Solo vive... que después nadie sabe.

No me arrepiento de nada… porque aunque al final todo termine mal, hasta el momento ha sido mucho más de lo que podría esperar, es el momento lo que vivo cuando estoy contigo y no el mañana que es falso e incierto.
Cada segundo que tu mano tarda en recorrer mi piel, provoca detener el tiempo que no es mas que un cruel invento; y eso es vivir el momento, momento en que comprendemos el lenguaje del alma solo con las miradas, momento en que comprendemos el lenguaje del cuerpo solo con un aliento, un suspiro… un gemido entre el susurro del silencio.
Porque cuando estoy contigo la luna se regocija entre las nubes, mientras mis labios recorren tu cuello y tus manos recorren mis muslos con la suavidad de un árbol que es rosado por el viento, de un suspiro dentro de otro cuerpo, de una rosa acariciando lo invisible y de mis manos explorando sutilmente tu cintura, bajando por el recorrido hacia una nueva aventura, nuevas ganas de placer mezclados con ternura… la magia de lo nuestro es vivir el momento, anhelar el instante y ser como niños descubriendo que si podemos intentarlo ¿Por qué detenernos? La magia de lo nuestro es que nos tenemos el uno al otro y el uno piensa más en el otro que en si mismo.