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Es difícil cuando las cosas acaban, cuando todo parecía hermoso, perfecto, pero luego te das cuenta que solo tú veías con ese prisma… es difícil cuando las personas a las que tanto llegaste a querer, deciden, de un día para otro, salir de nuestras vidas, pero debemos comprender que todos se marchan, absolutamente todos en algún momento nos dejaran solos, es por ello que debemos aprender a vivir en soledad o quizás mejor dicho a convivir con soledad… Yo sé hacerlo, lo he hecho durante casi toda mi vida, no es difícil, solo lo es en momentos cuando extrañas a quien no existe, a quien aún no conoces. Nuevamente alguien entro en mi vida y ahora se marcha, alguien mas dejo su huella, su marca en mi corazón, pero saben una cosa, todas las personas que han logrado eso deben sentirse felices, porque cuando yo conozco a alguien y soy capaz de querer, me entrego por completo, sin miedo, sin prejuicios, con terquedad y locura… y todas esas personas se ganan un espacio en mi corazón, es verdad, cuando todo acaba, sufro por amor, lloro por amor, y una pena inmensa inunda mi alma, pero cada vez es más débil, porque cada vez comprendo más que así son las personas y no el amor, el amor no es el que se marcha, no es el que miente, no es el que traiciona, no es el que falta el respeto, esas son las personas, el amor estará siempre ahí para nosotros, en cada actitud, en cada detalle de la naturaleza y en cada nueva persona que se aparezca en nuestras vidas, y ¿porque no? En cada persona que llego para después marcharse.