miércoles, 13 de junio de 2012

Mira como el niño en esa esquina te sonríe,
Tan tímido con sus manos entre las piernas

Y tú tan frío, tan seco y tan aburri’o,

Es que él esta tapa’o de dicha, de inocencia,

Y tú tan lleno de prejuicios, tan aburri’o de tu oficio



Mira como el niño se te acerca, sin miedo, por curiosidad

Y tú tan triste en tu camino, lo intentas apartar,

Pero es que ese niño insiste, ¡es difícil de ignorar!

Y tu infinita cobardía te hace transpirar

Es que ese niño tiene dicha y la quiere compartir.



Tu no compartas tu tristeza, mejor libérate

Mejórate de tu nostalgia y comienza a sonreír,

Ese niño quiere entrar, pa’ después ya no salir,

Pero si descubres su fragancia y le dejas compartir,

Cree que difícilmente le permitirás volver a huir.